De una manera increíble, el personaje de un libro, Lila, salta de las páginas a la vida real. A medida que descubre un nuevo mundo para ella, se percata de que Ramón, el niño que siempre solía leer su historia, es el único que puede salvarla. Pero su rescate no será nada fácil, ya que ahora el joven no es más pequeño. Ha crecido y para colmo ya casi no lee ni cree más en las fantasías.