A mediados del siglo XVII, Juan de Serrallonga regresa a Cataluña tras varios años en Francia. La zona está dividida en dos bandos: la de los ‘Narros’ que no están de acuerdo con la política del Conde Duque de Olivares, valido de Felipe IV, y la de los ‘Cadells’ liderada por don Carlos y que apoya a Olivares. Juan es elegido jefe de los ‘Narros’ y, además, tiene amores con la hija de don Carlos. Éste manda encarcelar al padre de don Juan que es asesinado. Este hecho hace que Juan se convierta en un bandolero que con sus hombres siembra el terror en los contornos.